Trabajadores de la Universidad Católica de Temuco denuncian que el plantel utilizaría la pandemia como pretexto para quitarles beneficios históricos y no reajustar salarios de acuerdo al IPC.
El Sindicato N°1 de Trabajadores de la Universidad Católica de Temuco, denunció que en el marco de la negociación colectiva iniciada el pasado 27 de octubre, los representantes de la institución están tratando de quitarles sus beneficios históricos y se niegan a reajustarles los salarios de acuerdo al IPC, utilizado como pretexto la crisis económica derivada de la pandemia, pese a que esta casa de estudios no se ha visto afectada gravemente en su presupuesto.
El gremio explicó que inicialmente, la universidad ofreció un reajuste de salarios de acuerdo al IPC y luego desconoció su propia oferta, pretendiendo reajustar solamente a algunos de los trabajadores, así como también buscan que la totalidad de los trabajadores pierdan diversos beneficios obtenidos con anterioridad, situación que el sindicato calificó como inaceptable.
Tras una serie de fallidas reuniones de la mesa de negociación, en la que participan representantes de la directiva del plantel y del sindicato, se anunció que este 18 de diciembre, la Universidad Católica de Temuco presentará una propuesta final, donde los trabajadores deberán votar si la acogen o hacen efectiva la huelga.
Desde el Sindicato N°1, uno de los más antiguos de La Araucanía, indican que a diferencia de la actitud intransigente de su contraparte, el gremio de los trabajadores busca mantener los beneficios que históricamente ha tenido el sindicato, disminuir la vigencia del contrato colectivo por la situación de incertidumbre que impera y conseguir un reajuste real del sueldo base, ya que no ha sido reajustado desde la negociación anterior del año 2017.
Gisell Fuentes, presidenta del sindicato, afirmó que “en las distintas reuniones que hemos tenido durante un mes con la universidad, no se ha avanzado en ningún punto. El pasado jueves 10 de diciembre, la universidad hizo una propuesta de reajuste que no contempla ni siquiera la totalidad del IPC para todos nuestros socios, cuestión que simplemente, no podemos permitir. Somos conscientes de la difícil situación nacional y hemos ajustado nuestras pretensiones en atención a esto, pero creemos firmemente en el merecido reconocimiento a nuestros socios y socias, que han puesto sus mejores esfuerzos para continuar prestando sus servicios educativos en esta pandemia, ya que sus costos no pueden ser traspasados a los trabajadores”.
La Dirigenta destacó que la razón que esgrime el equipo negociador de la universidad es que no habría recursos producto de la pandemia del Covid-19, situación que no se ajusta a la realidad, pues la casa de estudios posee un ingreso de 80% de fondos estatales por concepto de gratuidad y aquellos no han sido recortados, de manera que esta supuesta crisis sería solamente una excusa para quitarles beneficios a los funcionarios.
“No nos gustaría hacer efectiva la huelga, pero es la única opción que nos está dejando el equipo negociador de la universidad, ante sus reiteradas respuestas negativas, no respetando nuestros beneficios históricos y efectuando una propuesta de reajuste inferior a lo que la propia universidad ofreció inicialmente”, puntualizó la presidenta de los trabajadores.