El alcalde de Galvarino, Marcos Hernández, ha elevado una urgente solicitud para la imposición de un toque de queda en la comuna, respaldado por la presencia del Ejército, en medio de crecientes sospechas de nuevos focos de incendios intencionales. La medida busca salvaguardar la seguridad de los habitantes ante la escalada de emergencias.
El Delegado Presidencial Regional, José Montalva, ha confirmado la movilización de personal militar, Carabineros y la PDI para patrullar activamente el área afectada. Montalva ha manifestado su preocupación ante la aparente intencionalidad detrás de la proliferación de múltiples focos de incendios en la región.
Asimismo sostuvo que hay “sospecha de intencionalidad por la cantidad de focos”, subrayando la gravedad de la situación y la necesidad de medidas preventivas. La colaboración entre las fuerzas armadas, Carabineros y la PDI se intensificará para identificar y detener a posibles responsables de los actos incendiarios.
En paralelo, como parte de los esfuerzos para contener las llamas, se ha desplegado apoyo aéreo, incluyendo helicópteros y aviones, en un intento por controlar la propagación de los incendios y proteger a la población y sus bienes.
La comunidad de Galvarino permanece en alerta máxima, con la esperanza de que estas medidas ayuden a contener la situación y prevenir posibles tragedias. Las autoridades instan a la población a seguir las indicaciones y mantenerse informada a través de los canales oficiales en medio de esta emergencia.