Región de La Araucanía es piloto para vigilancia de esta plaga.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en su permanentemente labor de control de la polilla del racimo de la vid (Lobesia Botrana) ha instalado en La Araucanía “trampas remotas” de alta tecnología para detectar a esta temida plaga agrícola en tiempo real y optimizando recursos.
Álvaro Garrido, Jefe Nacional del Programa Lobesia Botrana, explicó que estas trampas remotas tienen incorporada una cámara fotográfica que permite registrar imágenes de alta resolución las cuales se pueden revisar desde cualquier computador y verificar si hay presencia o ausencia de la plaga.
Por su parte, la directora del SAG Araucanía, María Teresa Fernández, destacó que la instalación de estos dispositivos obedece a la puesta en marcha de un plan piloto que se realiza en La Araucanía: “Son 55 trampas instaladas en distintos huertos de la región, que permitirán una vigilancia de forma remota, autónoma y durante las 24 horas del día, lo que contribuye a optimizar recursos importantes ya que los inspectores no tendrán que trasladarse a sectores alejados”.
Es importante señalar que estos dispositivos están constituidos por una trampa Delta a la cual se le añadió una plataforma que en su parte superior tiene un panel solar que le da autonomía para poder funcionar y hacer operativa la cámara fotografía que realiza el registro permanente de imágenes permitiendo así un rápido diagnóstico de los insectos capturados en la trampa, detalló Isaul Saavedra, coordinador regional del Programa Lobesia Botrana en La Araucanía.
En nuestra región, la polilla del racimo de la vid se ha detectado sólo en brotes ubicados en zonas urbanas de la región, por ello, la importancia de mantener la vigilancia de la plaga en huertos y viñas aledaños susceptibles, de esta manera La Araucanía ha sido priorizada dentro de las demás regiones del país, como región tendiente a la erradicación de la polilla, debido a las bajas poblaciones de la plaga, lo que ha permitido mantener a la plaga fuera de los huertos y viñas productivas de toda la región, resaltó Saavedra.
La polilla del racimo de la vid, plaga originaria de Europa, fue detectada por primera vez el año 2008 en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana. Esta plaga ataca a los viñedos, su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos y calidad de las uvas de mesa para consumo fresco.