Anualmente el 12 de octubre se conmemora el día internacional de la artritis; sin embargo, durante todo octubre se busca concientiza sobre esta enfermedad.
La artritis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación en las articulaciones y que, a lo largo del tiempo, puede producir una importante limitación funcional en el paciente que puede llegar incluso a dejar a la persona postrada.
Para el doctor Carlos Baumert Llanos, reumatólogo y jefe de la Unidad de Reumatología del HHHA, “la artritis debe ser diagnosticada por un médico que va a poder observar si la persona tiene signos de inflamación. Si el médico sospecha que la persona puede presentar esta enfermedad, le va a pedir exámenes y, en algunos casos de imágenes con los que se llega al diagnóstico de artritis y en particular a artritis reumatoide”, afirmó.
El especialista afirmó que la artritis puede afectar otros órganos ya que es una enfermedad sistémica. Por ejemplo, se podría inflamar el pulmón y eso produciría a lo largo del tiempo fibrosis pulmonar. También generaría inflamación en los ojos, la piel, la parte neurológica periférica, entre otras. Algunos pacientes desarrollan una enfermedad más grave. Esto puede suceder, sobre todo, a los pacientes que no se encuentran con un tratamiento adecuado.
Diferencias entre Artritis y Artrosis
Es común que estas dos enfermedades se confundan. La artrosis se refiere al desgaste que se va produciendo de las articulaciones. Es un fenómeno degenerativo, que se va viendo en el transcurso de los años. A mayor edad mayor posibilidad de padecer artrosis. El cuadro clínico es muy distinto si se le compara con el de paciente con artritis, es una condición mucho más benigna. La artritis, en cambio, sería más compleja, requiere tratamientos más específicos y puede comprometer otros órganos.
El Dr. Baumert añadió que “se puede hacer un diagnóstico precoz de artritis después de que el paciente haya reconocido el dolor presente en las articulaciones. Sobre todo, si el dolor se asocia a signos de inflamación aumento de volumen de las articulaciones, hinchazón, enrojecimiento, alza de temperatura. Y si hay dificultad en las mañanas o la persona despierta con las manos rígidas. Si hay problemas para abrir botellas, cortar carne. Son todos síntomas para poner en alerta al paciente y en ese momento debe consultar”, señaló.
Tratamiento
En cuanto a los tratamientos para esta dolencia, el Dr. Baumert dijo que “afortunadamente hoy día contamos con una amplia gama de tratamientos. Van desde las cosas más simples como pueden ser los analgésicos y antinflamatorios que son para el alivio de los síntomas. Usamos también corticoides, pero hay que saber que estos deben ser usados por el menor tiempo y dosis posibles. Los tratamientos más importantes de la enfermedad son aquellos que van a modificar el curso de esta. En ese sentido están los fármacos que se denominan modificadores de la enfermedad. Por ejemplo, uno de los que nosotros más utilizamos y que es uno de los más importantes, es el metotrexato. Cuando fallan los tratamientos habituales, hoy tenemos la oportunidad de utilizar los tratamientos biológicos. Esto, gracias a la Ley Ricarte Soto que se promulgó el 2015 y que ha permitido el acceso a este tipo de terapias que, lamentablemente son muy caras pero que a través de esta ley se permite que todos los pacientes tengan la opción de utilizarlo”, informó.
Por otra parte, para el Dr. Baumert las embarazadas son un grupo muy especial y aseveró que “hay ciertos tratamientos que no se pueden utilizar durante el embarazo. Y, de hecho, hay que suspenderlos varios meses antes, incluso, dos años antes; por lo menos unos 3 meses antes de planificar el embarazo. El mensaje es que sí se pueden embarazar pero esto debe ser algo planificado con el reumatólogo tratante y con su ginecólogo para que al momento del embarazo se hayan suspendido ciertos fármacos, y hacer los cambios correspondientes por aquellos que sí se pueden utilizar durante el período de gestación. Obviamente, se le debe hacer un seguimiento muy cercano”, puntualizó.
Es importante destacar que la persona afectada por la artritis puede tomar acciones para sentirse mejor. Por ejemplo, tener una vida sana, saludable, una alimentación balanceada y evitar el estrés. El estrés en particular no es positivo para esta enfermedad. La actividad física es importante ya que debe permanecer activa, pero haciendo ejercicio de bajo impacto como caminar, andar en bicicleta y ejercicios en agua, entre otros.
Durante este mes, la Unidad de Artritis del HHHA, estará realizando distintas actividades en torno a esta patología.